lunes, 13 de diciembre de 2010

LOS NORTEAMERICANOS STREET Y CODY QUIEREN DESTACARSE EN EL DAKAR SUDAMERICANO



Sin haber podido nunca celebrar un vencedor del Dakar, de vez en cuando Estados Unidos se distingue en el rally más importante del mundo. Tuvieron la gran época de Danny Laporte, rival y sucesor de Peterhansel en 1992. Luego, Jimmy Lewis se clasificó 3º de la edición 2000, obteniendo igualmente 3 etapas. Ahora es el turno de Jonah Street, y del “Rey de los Baja”, Quinn Cody, dos aspirantes, al menos, al Top Ten

Los pilotos estadounidenses son más bien asiduos a los Bajas que a los Rally’s. Prefieren carreras off road de mediana extensión y de no más de cuatro días, sin embargo, poco a poco le están tomando el gusto a las competencias de larga duración.
Es así como en el Dakar hay un gringo que tiene su espacio ganado, Jonah Street, 7º en la versión del 2010 y que ya sabe lo que es ganar etapas en el rally más duro del planeta.
Con 38 años, el oriundo de Washington se afronta para lo que será su quinto Dakar, esta vez al mando de una Yamaha 450 Rally de su propio team.
“Voy muy bien preparado. Creo que tengo la experiencia suficiente para optar al Top Five. Espero tener fortuna para cumplir mis objetivos ya que será una batalla muy fuerte con todos los pilotos peleando con las mismas armas, es decir en motos 450cc., lo que nos favorece a quienes no contamos con el respaldo oficial de gigantes de la industria”, comentó Jonah.

Además de Street, el hombre que podría garantizar el relevo norteamericano se llama Quinn Cody (34 años), un recién llegado que se presenta con serias ambiciones en la competencia: “El Dakar es un objetivo desde hace varios años. Es el último challenge en términos de carrera fuera de pista. Es una carrera que veo desde hace mucho tiempo. Trabajo en este proyecto desde hace dos años. El objetivo es el Top 10 pero sería fantástico estar en el Top 5”.

Más allá de su determinación, el corredor de California ganó en especial su renombre en las Bajas norteamericana, especialmente en la prestigiosa, la Baja 1000, obtenida en tres ocasiones (2006, 2009, 2010). Sin embargo, el piloto Honda tiene consciencia que el Dakar debe aprehenderse con humildad, y que deberá demostrar capacidades de adaptación: “Sé que debo ser astuto y paciente durante la primera semana. Aquí en Estados Unidos, se corre a toda velocidad desde el comienzo hasta el fin. Físicamente estoy listo y salgo de unas prácticas de entrenamiento con Jimmy Lewis. La principal dificultad será la navegación, debo tratar de mantenerme concentrado en la pista. Otra preocupación es que recién descubriré en Buenos Aires mi Honda, preparada en Europa”.

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