martes, 27 de octubre de 2009

El trotamundos solitario corrió sin copiloto ni asistencia


Ignacio Corcuera ‘Livingstone’ tiene el honor de ser el único piloto que completó el exigente Rally de Faraones sin copiloto ni asistencia.

PLETÓRICO por terminar el Rally de Faraones de Egipto, “el segundomásduro del mundo”, Ignacio Corcuera, Livingstone, se mostraba satisfecho por su vigésima quinta plaza de los treinta vehículos que compitieron donde fue el único que participó sin contar con copiloto ni asistencia. Su experiencia en carreras de extrema dureza es amplía ya que cuenta en su curriculum con un gran bagaje en solitario. “La Transespaña, la vuelta aEspaña, la vuelta a Túnez, la vuelta a Senegal, la Expedition Track, que es por Mauritania, y el año pasado hice laTransafricana, que es deParís a Dakar de regularidad”, detalla Livingstone.

Surcando las dunas se encontraba junto a él Iker San Vicente su inseparable cámara que fue la única compañía de la que ha disfrutado durante la prueba. Pero su instinto de superación era la única ayuda que contaba para manejarse con el vehículo y el terreno. “Toda la parte de la competición, de conducción, de mecánica lo hacía yo solo”, subraya Corcuera.

El hecho de ir acompañado por un cámara también le supuso un agravante con respecto a los demás pilotos. “No podía correr todo lo que quería porque había que grabar escenas y debía detenerme e Iker bajarse del coche grabar y luego proseguir la carrera”, afirma este piloto que no para. Ya tiene marcado como objetivo próximo en su agenda el rally Dakar aunque ahora se celebre en Argentina y Chile. Además “tenemos un proyecto de un rally en Libia de regularidad y otro de localizar los cuatro puntos cardinales de ese país”, señala Corcuera. “Si por mí fuera estaría todo el día dando botes por las dunas”.

Pero la dureza de la prueba se refleja en las condiciones en las que tenían que pilotar. “Lo importante era hidratarse porquemuchas veces teníamos que soportar hasta 60 grados de temperatura más el mono ignífugo y el casco con lo cual la sensación térmica es mayor. Y eso que ya no es verano pero ya estamos aclimatados”, precisa Livingstone.

En esta prueba no sólo se compite sino que los pilotos arriesgan sus vidas por un sueño. “Uno de los camiones de asistencia tuvo un accidente en el que murió el conductor y sus acompañantes quedaron gravemente heridos”, recuerda. Bilbaino de pro dejó más de una bilbainada por el camino. “Somos los únicos que hicimos el trayecto rodando. Más de 8.000 kilómetros africanos que junto con los europeos se acercaron a los 10.000. El resto de participantes utilizó otros medios”, comentaba orgulloso. Pero todavía hay más. Su libro Off road 4x4. Manual de Seguridad en la Conducción Todoterreno se encuentra en la biblioteca de Alejandría junto con auténticas joyas de la literatura antigua. Un número uno en la tierra de los faraones.

No hay comentarios: