sábado, 17 de enero de 2009

El Sudafricano De Villiers y español Marc Coma ganaron el Rally Dakar 2009





En un tramo cronometrado de 227 kilómetros, De Villiers fue seguido por el ruso Leonid Novitskiy (BMW) y el polaco Krzysztof Holowczyc (Nissan).

El sudafricano Giniel De Villiers ganó el sábado el primer Rally Dakar que se corrió en Sudamérica, en el que también quedó en lo más alto del podio el motociclista español Marc Coma.

De Villiers (Volkswagen) ganó la 14 y última etapa entre la
provincia de Córdoba y Buenos Aires con un tiempo de 1 hora, 35
minutos y 43 segundos, que le permitió asegurarse el primer puesto en la clasificación general.

"Es realmente increíble, nunca he sentido nada igual. Estaba
muy nervioso durante los últimos kilómetros, no dejaba de mirar
para saber cuántos nos quedaban. Estoy muy contento por el equipo, por Volkswagen que nos ha apoyado durante cinco años antes de poder saborear la victoria", expresó el sudafricano, que tomó el liderato de la competencia tras el abandono el jueves de su compañero de equipo, el español Carlos Sainz.

Esta es su primera victoria en la prueba, considerada la más
difícil del automovilismo mundial. Además, el Race Touareg
Volkswagen que condujo se convierte en el primer auto diesel
vencedor del Dakar, informó la organización.

La marca también se aseguró el segundo puesto en la general con
el estadounidense Mark Miller, que finalizó a nueve minutos de De
Villiers.

El también estadounidense Robby Gordon, en un Hummer, finalizó
tercero a 1 hora, 46 minutos y 15 segundos del sudafricano.

En motos, Coma (KTM) se consagró campeón por segunda vez en el Dakar. El español finalizó sexto en la última etapa, pero en la
general ganó por un cómodo margen de 1 hora, 25 minutos sobre el francés Cyril Despres, también en un KTM.

Yamaha quedó en el tercer lugar con David Fretigne, de Francia.

"Es la carrera más dura, se tiene que trabajar mucho y se sufre
mucho. Pero cuando llegas a este punto merece la pena", dijo Coma, que también ganó el Dakar en 2006.

El ganador de la última etapa fue el portugués Helder Rodríguez
(KTM), con un tiempo de 1 hora, 42 minutos y 37 segundos, seguido por el noruego Pal Anders Ullevalseter (KTM) y Despres.

En camiones, el campeón fue el ruso Firdaus Kabirov (Kamaz), 3
minutos y 39 segundos por delante de su compañero de equipo y
compatriota Vladimir Chagin en la general.

Kabirov, dos veces ganador del Dakar, se quedó con la 14ta etapa
por delante de Chagin y del alemán Franz Echter (Man).

Entre los latinoamericanos la actuación más destacada fue la del
argentino Marcos Patronelli, en un cuatriciclo Can-Am, quien
finalizó segundo en la tabla acumulada a 2 horas y 34 minutos del
checo Josef Machacek (Yamaha).

"Muy contento, me preparé cuatro meses y acá estoy. Estoy
agradecido a toda la Argentina. Llegamos que es lo principal, era
una carrera muy pero muy difícil. Dije que si llegaba, había que
prender fuego el Obelisco (mítico monumento de la capital
argentina), pero no se va a poder", declaró emocionado Patronelli,
el primer argentino en subirse al podio del Dakar en toda la
historia.

En motos, el brasileño Filho Rodrigues (Honda) terminó en el
puesto 12do. El chileno Jaime Prohens (HTM) quedó 39no y su
compatriota Juan Pablo Zegers Correa fue 41.

El argentino Andrés Junco, que padece leucemia, cumplió con su
objetivo de finalizar la carrera en su KTM y quedó 59 en la
general.

Los vencedores llegaban el sábado por la tarde al predio de la
Sociedad Rural en la capital, que fue el punto de partida de la
competencia el 3 de enero y donde serán premiados el domingo.

La mítica carrera se trasladó a Chile y Argentina debido a la
amenazas de atentados terroristas en Africa.

Los organizadores, con el objetivo de que la carrera no perdiera
la adrenalina que la acostumbra, eligieron trayectos aún más
complicados que el Dakar original, según admitieron los propios
competidores.

El tramo pedregoso de las primeras etapas, el paso por la
cordillera de los Andes y ya en Chile la travesía por el desierto
de Atacama, el más árido del mundo, serán recordados como las
pruebas más duras que debieron superar los pilotos. Incluso, la
organización acortó las distancias de algunos tramos y hasta
suspendió una de las etapas por malas condiciones climáticas para preservar la integridad física de los corredores.

El primer Dakar de Sudamérica se cobró una víctima, el
motociclista francés Pascal Terry, de 49 años, que falleció en la
madrugada del 7 de enero a causa de un edema pulmonar en la segunda etapa entre Santa Rosa y Puerto Madryn.

En tanto que el español Cristóbal Guerrero se accidentó el
martes en la décima etapa del Rally, en pleno desierto de Atacama, y desde entonces ha permanecido en estado de coma, aunque su estado es estable.

Guerrero cayó en el kilómetro 160 del recorrido y recibió la
mayor parte del golpe en su cabeza. Quedó con un traumatismo
encéfalo craneano abierto, y líquido presionaba su cerebro.

También tuvo sus signos vitales muy bajos y en las primeras horas se temió su muerte.

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