jueves, 16 de diciembre de 2010

Carlos Sainz potencia su VW Touuareg para el Dakar 2011



El español Carlos Sainz, campeón defensor del Rally Dakar, enfrentará la próxima carrera por Argentina y Chile con mejorías en su coche para evitar sorpresas ante los rivales más peligrosos, como el francés Stephane Peterhansel.

Sainz se adjudicó la edición pasada del Dakar en un reñido final con el qatarí Nasser Al-Attiyah, su compañero de equipo Volkswagen, el más ajustado en la historia de la competición al superarlo por poco más de dos minutos.

Para la carrera de 2011, el bicampeón del mundo de rallies afirmó que su nuevo Race Touareg 3 ha incorporado variaciones claves para alcanzar un mejor rendimiento en determinados tramos.

"En relación con el Race Touareg 2 ha habido una evolución que no deja de ser importante. Es una mejora en el rendimiento del sistema de refrigeración", dijo Sainz a Reuters en entrevista telefónica.

"Hace que el coche, en condiciones extremas, no suba tanto la temperatura y el motor marche mejor que en las ediciones anteriores. Sobre todo cuando se juntan la altura, el calor y las dunas, como es el caso de la zona de Fiambalá (en Argentina)", agregó.

Las innovaciones en el vehículo incluyen además una optimización en la caja de cambios para alcanzar mayor potencia en los tramos más difíciles.

El piloto español de 48 años se adjudicó el Dakar de este año tras su cuarta participación en la competición, a la que llegaba con la frustración de haber perdido la carrera en 2009 tras el abandono en la antepenúltima jornada por un accidente.

Para la edición 2011, que se disputará por tercer año consecutivo en Argentina y Chile entre el 1 y 16 de enero, el pluricampeón francés Peterhansel - en el equipo BMW X-Raid desde 2009 - se alza como el rival más duro en la prueba, reconoció Sainz

"Peterhansel el año pasado, antes de tener los problemas que tuvo (fallos en transmisión cuando lideraba la carrera) alcanzó un ritmo realmente rápido, y seguramente será el rival a batir", dijo el piloto español.

Sainz admitió la incógnita que representan los terrenos del nuevo trazado, con etapas en el extremo norte de Argentina y Chile y en las fronteras con Perú y Bolivia.

"Realmente no conozco muy bien donde vamos a ir ni tampoco el tipo de terreno. En principio, la organización dice que va a ser un recorrido muy duro, hay etapas muy largas", dijo el madrileño.

"En esta carrera cada día puede ser una sorpresa (...) Atacama teóricamente será una de las etapas más duras, pero no habrá que confiarse en ninguna de las otras", agregó.

Además destacó su dura lucha con Al-Attiyah en la edición pasada, que llevó a mantener en suspenso la definición por el título hasta la última jornada.

"Fue una definición muy disputada e históricamente ha sido el Dakar más justo, más apretado, y bueno, eso lo hizo interesante hasta la última etapa, con un Dakar muy intenso y con una lucha continua con él hasta el final", comentó.

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