miércoles, 24 de febrero de 2010

Dakar 2010: El tucumano Bollero auténtico y positivo


"La clave para emprender un raid radica en el pensamiento positivo", señala Bollero

Al igual que los viajeros que emprenden recorridos, cruzó largas distancias en soledad, estuvo al límite de sus fuerzas y se sintió feliz al llegar a la meta. Rodolfo Bollero es el endurista tucumano que representó a la provincia en el Rally Dakar Argentina-Chile 2010 y que logró concluir en el puesto 31, la mejor clasificación histórica de un motociclista argentino en esa competencia. En diálogo con LA GACETA, trazó un paralelismo entre la preparación psicológica y física que tuvo como corredor y la que deben tener los aventureros.

-¿Cómo te preparaste psíquicamente?

- Traté de buscar ayuda profesional de un psicólogo que se especialice en deportistas de alto rendimiento, pero no la conseguí en la provincia. Por lo tanto, fui haciendo un trabajo personal para fortalecer la parte mental durante todo el año que duró mi preparación. Me ayudaron mucho los profesores de Educación Física de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Cuando me quebraba en los entrenamientos, ellos me daban fuerzas.

- ¿Cuál es la clave para cumplir un raid ya sea deportivo o no?

- En tu cabeza no tiene que haber lugar para un no puedo ni un no aguanto. El pensamiento siempre tiene que ser positivo.

- ¿Qué pasa por la cabeza de alguien que pasa tantas horas en soledad?

- Yo logré una base fuerte. Había veces en las que me bloqueaba, pensaba en mi familia y en mi trabajo. En los momentos críticos de cansancio o cuando la moto se caía, recordaba todo el esfuerzo que hice durante el año. Además, ponía en mi cabeza que mi familia estaba esperándome.

- ¿Qué el lo que mueve internamente a una persona a emprender un viaje de estas características?

- En mi caso, me movilizó el deporte y el hecho de desafiarme a mi mismo. Nunca pensé que podía hacer esa carrera (por el Dakar), eso me movió y empecé a entrenar. Choqué contra obstáculos muy duros pero con tenacidad lo logré. En el caso de los que dejan todo para cumplir con una meta, se trata de personas que tienen que tener una filosofía de vida diferente y un entorno distinto a la gente común.

- ¿Cómo hay que estar físicamente?

- Mi preparación fue durísima. Entrenaba entre dos y tres veces al día, nunca menos de cuatro horas. Y en la moto, no menos de seis horas y después, a andar en bici. Mi mujer y mis hijos me acompañaban siempre.

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