Después de su abandono, en la décima etapa desarrollada el pasado martes en la ciudad chilena de Copiapó, decidió continuar con su escuadra para seguir de cerca el desempeño de los equipos y pilotos que todavía quedan en carrera.
Orly Terranova, estuvo ayer en el Bivuac de la La Rioja visitando a los periodistas y compañeros y prometió llegar igual a Buenos Aires pese a haber volcado su BMW X3 al llegar a la cresta de una duna. Será este domingo, cuando el Dakar pise la Capital Federal. “Iré a Buenos Aires porque fue allí donde empezamos y debo estar con la gente que me dio su apoyo a lo largo de la competencia”, aseguró el ex endurista.
El francés Pierrick Bonnet fue un escollo para el piloto de 28 años cuando este llegó a la zona del traspié. También lo complicó el estadounidense Robby Gordon, ya que no advirtió que Orly venía detrás suyo y no le dejó el camino libre. “No queda otra que esperar hasta el Dakar del año próximo.
Es una lástima haber abandonado de esta forma; veníamos muy bien. Las dos etapas que tenía por delante eran clave porque el motor sufre mucho las temperaturas, pero ya está. Se terminó y ahora habrá que pensar en 2010”, tiró el único argentino que quedaba en la categoría para autos. “No habían aparecido los problemas pero seguía preocupado por el sensor, que se cambió varias veces y siguió complicando”, manifestó.
El día después fue propicio para que Terranova continuara analizando el incidente que lo dejó afuera de la competencia, cuando restaban cuatro etapas (Copiapó-Fiambalá, Fiambalá-La Rioja, La Rioja-Córdoba y Córdoba-Buenos Aires) para el punto final del Argentina-Chile. “Fue un golpe seco y recto. Es como si tirás un auto al vacío y pega violentamente contra el piso.
Nunca nos dimos cuenta que íbamos hacia abajo. Quedé de frente a un barranco, pero no se veía nada. Cuando avancé, me di cuenta, frené, pero ya no pude evitar la caída. Saqué el matafuegos y rocié al vehículo por si tenía un principio de incendio”, comentó el joven piloto.
Sobre los daños sufridos de la BMW del X-Raid Team, que todavía tiene en carrera al holandés Rene Kuipers, al francés Guerlain Chicherit y al ruso Leonid Novitskiy, nuestro crédito sostuvo que “quedó muy deteriorada en el techo; mi casco rozaba los caños de la jaula. También el tablero se destruyó, por lo que era imposible seguir. Podría haber continuado si el equipo trabajaba en esos aspectos, pero la organización no permitió que siguiera por precaución”.
En cuanto al motociclista que se cruzó en su camino, Terranova dijo que “es un gran problema el de los pilotos de las motos. Venís en carrera y te encontrás con ellos, por lo que tenés que hacer maniobras para que no haya problemas. Es una lástima que no me haya visto”.
Sobre las etapas en su provincia, expresó: “Fue hermoso ver a tanta gente en los lugares que recorrimos a lo largo de las especiales. Había personas por todos lados y se te acercaban para darte su apoyo. Nunca antes había visto algo así; no lo olvidaré jamás. Espero que se repita"
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