domingo, 28 de diciembre de 2008

Dakar se escribe con D de Diesel



Los equipos oficiales de automóviles han apostado por afrontar el Rally Dakar con motores a gasoil.

Volkswagen se marcó un objetivo cuando decidió alinearse en el Dakar: ser la primera marca en ganar la prueba con un motor diesel. Este año, en su cuarto intento, tiene su última oportunidad. Todos los equipos oficiales han apostado por estas motorizaciones.

Desde hace tres años Audi, marca de prestigio del grupo VW, ha impuesto el dominio de los motores diesel en las 24 Horas de Le Mans. Peugeot ha seguido la estela de Audi en Le Mans, muy rápido, pero le falto confiabilidad. Ahora, en el Dakar sudamericano, Mitsubishi y BMW siguen la tónica.

Primicia española

El primer triunfo de un motor diesel en un raid de prestigio internacional data de hace muchos años, más de 20, y es absolutamente español. Miguel Prieto lo logró en el Rally Faraones de 1987 con un Nissan Patrol que la entonces Nissan Motor Ibérica hizo preparar en Barcelona. Desde entonces los motores diesel han conseguido diversos triunfos, pero nunca ha conseguido ganar la 'prueba que importa', el Dakar, la carrera que por sí sola justifica toda una especialidad, los rallies-raids.

En 2009 no será un coche español el ganador, claro, pero sí pude serlo un piloto español: Carlos Sainz y Nani Roma disponen respectivamente de un VW y de un Mitsubishi oficiales con este tipo de motores.

Los VW Touareg se han mostrado muy rápidos en otras ediciones, han estado delante, pero en el momento de la verdad les ha faltado fiabilidad y en el Dakar esto equivale a una condena.

VW contra Mitsubishi

"Tuvimos mucha suerte de que el Dakar se anulase el pasado año. Si no, VW nos hubiera ganado", dice Nani Roma. "El motor naftero ya no daba más de sí. Ahora con el diesel es todo distinto, es un motor de carreras", añade. Para Nani la brida del motor naftero arruina las posibilidades de éste y en cualquier caso un turbo –prohibido en los motores a nafta – es definitivo, imprescindible este año cuando varias etapas se sitúan a más de 1.500 m. de altitud e incluso en algún momento se alcanzan los 4.000 m. de altitud.

El motor diesel tiene una gran ventaja en el Dakar sobre el de nafta. "Con la brida, el motor a nafta es anémico. No hay bajos, tienes que ir jugando con el cambio. Con éste es distinto. Tira desde abajo, aprietas un poco el acelerador y responde. Y pasar una trialera o en arena es mucho más fácil", dice Nani. Hay una segunda ventaja, auque los técnicos de Mitsubishi piensan que no es tanta como se piensa: el consumo resulta inferior y ello debe permitir iniciar las etapas más ligeros de combustible, lo que se traduce en mejores prestaciones y también menor fatiga para el coche.

Sainz quiere ganar el Dakar, pero reconoce el peligro Mitsubishi. "Ellos tienen un coche nuevo que parece ir muy bien. Pero no han podido realizar ningún gran tests y tampoco tenemos referencias de una confrontación directa. Pero serán peligrosos. Nosotros hemos trabajado mucho en fiabilidad pero menos en velocidad. Hay que ver como están ellos".

El madrileño, sin embargo, no ve a BMW como rival, "quizás para ganar alguna etapa sí, pero no en la batalla por la victoria".

De hecho, BMW no es exactamente un equipo oficial, aunque esté apoyado por la fábrica. Sus coches son excelentes y su motor biturbo, muy potente y posiblemente el diesel más avanzado del momento. Pero sólo dos coches son realmente competitivos, los otros están alquilados a buenos pilotos pero no de la talla de los oficiales; simplemente equilibran el presupuesto del equipo privado que dirige Sven Quandt.

Una cosa está clara: la victoria del Dakar será para un motor diesel y ello tendrá grandes repercusiones en el mercado que, en el caso de los 4x4 y SUV, es claramente favorable al motor diesel.

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